Crítica en 200 palabras (o casi): Tres enamoradas (1952)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD.
Valoración: ★★★ (Quizá la vuelva a ver).
Ahí va la crítica:
Tres enamoradas (Le ragazze di Piazza di Spagna) (Luciano Emmer, 1952): Tres chicas guapas que trabajan en una sastrería tienen diversas peripecias con sus novios y/o pretendientes. Desde el melancólico punto de vista del narrador, un profesor que las saluda cada día en la Plaza de España, se desarrollan tres historias de amoríos marcadas por un machismo y un conservadurismo atroces, pero que, sin embargo, debido al tono siempre alegre y dinámico de las situaciones, a la simpatía de los personajes –incluso la del más bruto maltratador–, unido todo a la autenticidad de los ambientes descritos –esas periferias de Roma donde la vida se hacía en la calle, en comunidad–, acaba uno por quedarse con una sonrisa boba mientras contempla un mundo ya afortunadamente pasado pero que sus guionistas supieron presentar con una mirada tierna que ha vencido al paso del tiempo. Carece del sustrato crítico de otras obras de Emmer, como las ya comentadas París, siempre París (1951) o Una muchacha en el escaparate (1961), y parece dirigida a convencer a las jóvenes espectadoras de que su mejor destino es casarse sea como sea, pero ahora que difícilmente influirá en ninguna se puede disfrutar como un ejemplo más de costumbrismo que revela nuestro pasado mejor que ningún tratado.
Criterio de valoración:
● (No debería haberla visto)
★ (Espero no volver a verla)
★★ (Podría volver a verla)
★★★ (Quizá la vuelva a ver)
★★★★ (Seguro que volveré a verla)
★★★★★ (La veré varias veces)
Cinema Nostrum 