Crítica en 200 palabras (o casi): Entre naranjos (1926)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD.
Valoración: ★★★ (Quizá la vuelva a ver).
Ahí va la crítica:
Entre naranjos (Torrent) (Monta Bell, 1926): El exotismo hispano en el cine de Hollywood tuvo en Vicente Blasco Ibáñez una gran fuente de inspiración, aunque las adaptaciones fueran extravagantemente inadecuadas en sus ambientaciones. El torrente del título original de esta película hace referencia a las inundaciones del río Júcar, pero también es una evidente metáfora de las pasiones desatadas entre un rico heredero y una joven pueblerina que, tras viajar a París, se convierte en una diva de la música. A diferencia de su personaje en La tierra de todos (Fred Niblo, 1926) –también basado en Blasco Ibáñez–, Greta Garbo no persigue obsesivamente a su objeto de deseo, sino que se resigna por dos veces a ser abandonada por su amor imposible, el galán Ricardo Cortez, debido a la perniciosa influencia de la madre del joven. Es un drama más contenido que aquel, más creíble psicológicamente, y en el que no pesa demasiado que esté concebido para el lucimiento de la Garbo en su primera película en Estados Unidos. A su indudable fotogenia se une su capacidad para sonreír amargamente ante las desventuras del corazón, producidas por una moralidad represiva que ella sabe afrontar con sana libertad de costumbres sin dejar de ser elegante.
Criterio de valoración:
● (No debería haberla visto)
★ (Espero no volver a verla)
★★ (Podría volver a verla)
★★★ (Quizá la vuelva a ver)
★★★★ (Seguro que volveré a verla)
★★★★★ (La veré varias veces).