Crítica en 200 palabras (o casi): La isla desnuda (1960)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD.
Valoración: ★ (Espero no volver a verla).
Ahí va la crítica:
La isla desnuda (Hadaka no shima) (Kaneto Shindo, 1960): Hacer una película sonora sin diálogos, fiando toda su fuerza expresiva a sus pictóricas imágenes y a la fuerza evocadora de su música; es decir, a una poética visual y sonora que imprima una cierta cadencia rítmica a una narración tan comprensible como escueta, es todo un riesgo. Sin duda su director consiguió lo que buscaba, pues la belleza de sus imágenes en blanco y negro y Cinemascope fluyen a un ritmo adecuado para contar la monótona vida de una familia de campesinos que habita en una isla sin agua y que, por tanto, viven obligados a traerla en barca continuamente para sobrevivir. Todos estos valores no impiden que la ausencia de acontecimientos destacables –apenas hay un giro de guion en la parte final– acaben por fatigar al espectador menos receptivo a este tipo de poética de la cotidianidad. Una cosa es saber apreciar sus intenciones poéticas, sus metáforas visuales, y otra bien distinta disfrutar de una narración demasiado morosa con muy pocos asideros emotivos excepto en su conclusión. Es una película que está bien haberla visto, pero que difícilmente apetecerá volver a verla, razón por la que inauguro una nueva categoría para distinguir unas de otras en mis calificaciones.
Criterio de valoración:
● (No debería haberla visto)
★ (Espero no volver a verla)
★★ (Podría volver a verla)
★★★ (Quizá la vuelva a ver)
★★★★ (Seguro que volveré a verla)
★★★★★ (La veré varias veces).