Crítica en 200 palabras (o casi): Un hombre lobo americano en Londres (1981)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD.
Valoración: ★★ (Podría volver a verla).
Ahí va la crítica:
Un hombre lobo americano en Londres (An American Werewolf in London) (John Landis, 1981): Muchos años después del hombre lobo de Lon Chaney Jr., Universal lanzó al mundo una nueva versión sin olvidarse de homenajear a sus predecesoras. El protagonista ha visto las películas anteriores, y muchos espectadores también, así que no hace falta explicar demasiado. Dos jóvenes norteamericanos de turismo por la campiña inglesa se topan con un licántropo que mata a uno de ellos y, antes de morir abatido por los pueblerinos, pasa la maldición al otro. Este nuevo hombre-lobo padece las mismas angustias que Chaney por saberse un asesino las noches de luna llena, pero la novedad es que la solución se la proporciona el espectro de su amigo, alma en pena que solo descansará si el otro se suicida. Combinación, por tanto, de licantropía y fantasmagoría, con abundantes dosis de sangre y casquería apoyadas en una fantástica labor de maquillaje de Rick Baker. Sin embargo, el terror apenas se siente –una inquietante persecución en el Metro es lo más meritorio– porque el tono es más bien de comedia. Lamentablemente, está basada en un humor más bien tontorrón, con situaciones y diálogos muy desentonados. Es más espectacular y erótica, pero solo en eso supera al original.
Criterio de valoración: ★ (Espero no volver a verla) ★★ (Podría volver a verla) ★★★ (Quizá la vuelva a ver) ★★★★ (Seguro que volveré a verla) ★★★★★ (La veré varias veces).