Crítica en 200 palabras (o casi): Foxtrot (1976)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD.
Valoración: ★★★ (Quizá la vuelva a ver).
Ahí va la crítica:
Foxtrot (Arturo Ripstein, 1976): Antes de que Ripstein triunfara en los noventa en los círculos cinéfilos españoles tenía una larga carrera detrás. Incluso dirigió esta producción internacional en inglés con nada menos que Peter O’Toole, Charlotte Rampling y Max von Sydow. En un ambiente muy diferente al que nos tiene acostumbrados –una isla desierta soleada y una elegante y lujosa tienda de campaña–, se desatan las habituales pulsiones de su cine. Aquí se trata de un conde y su mujer que se refugian de la inminente guerra mundial intentando construir un nuevo hogar lejos de todo el mundo. Acompañados solamente del criado y el arquitecto, este microcosmos acabará por ser irrespirable, sobre todo cuando reciban visitas inesperadas, los suministros dejen de llegar y los deseos que desata la condesa ya no se puedan refrenar. La intención metafórica es clara, estamos ante una “caída de los dioses” producto de un absurdo estilo de vida ajeno a la realidad que les circunda. Sin duda, es una película sugerente pero irregular, que sabe crear un ambiente incómodo y presentar unos personajes atractivos dentro de su antipatía; pero que narrativamente también podría haber sido más eficaz y no perderse tanto en vericuetos que aletargan la acción.
Criterio de valoración:
● (No debería haberla visto)
★ (Espero no volver a verla)
★★ (Podría volver a verla)
★★★ (Quizá la vuelva a ver)
★★★★ (Seguro que volveré a verla)
★★★★★ (La veré varias veces)