Crítica en 200 palabras (o casi): Los hijos del viento (1995)
Lugar de proyección: Sala 2 del Cine Doré (Filmoteca Española).
Formato de proyección: 35mm.
Valoración: ★★★ (Quizá la vuelva a ver).
Ahí va la crítica:
Los hijos del viento (Fernando Merinero, 1995): Con la perspectiva del tiempo, la década de los noventa fue una buena época para los cineastas españoles más arriesgados, pues incluso una televisión como Canal Plus apoyó una película como esta, sin estrellas y dirigida en precario por un desconocido dispuesto a todo, incluso a hacer el ridículo sin inmutarse. Su protagonista –interpretado por el propio Merinero– es un abogado que aterriza en Las Palmas de Gran Canaria para intentar saldar una asignatura pendiente: enamorar a una antigua defendida a la que en realidad le gustan las mujeres. Es un personaje a veces patético, a veces entrañable, dispuesto a todo, incluso a dejarse humillar por el amor de una mujer también bastante alocada, desinhibida, que trabaja en un puticlub y que también lo quiere aunque sepa que lo suyo es imposible. Sorprende el comportamiento desquiciado de los personajes, su vitalidad dentro de la desesperación, y sobre todo sorprende que, a pesar de su tosca realización, su apariencia de película “S” y los dubitativo de las interpretaciones se consiguiera la coherencia y la emoción suficientes para que nos interesemos por su suerte. Su zafio erotismo tampoco fue un problema en una época menos puritana que la actual.
Criterio de valoración:
● (No debería haberla visto)
★ (Espero no volver a verla)
★★ (Podría volver a verla)
★★★ (Quizá la vuelva a ver)
★★★★ (Seguro que volveré a verla)
★★★★★ (La veré varias veces)