Cinema Nostrum

Blog de Rafael Nieto Jiménez, historiador del cine y empresario audiovisual

Crítica en 200 palabras (o casi): Un héroe (2021)

Heroe

Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.

Formato de proyección: DVD.

Valoración: ★★★★ (Seguro que volveré a verla).

Ahí va la crítica:

Un héroe (Ghahreman) (Asghar Farhadi, 2021): Tras hacer cine en Francia y España con bastante éxito, Farhadi vuelve a su tierra para elaborar otra de esas fábulas morales a las que nos tiene acostumbrados el cine iraní. La anécdota de partida es el hallazgo de un bolso con monedas de oro que el protagonista decide devolver en vez de quedárselas a pesar de haber sido condenado por una deuda monetaria. Su heroicidad es alabada en público pero pronto se volverá en su contra, como era de esperar. Desde el inicio se intuye que algo va a ir mal y, ciertamente, Farhadi sabe ir diseminando pequeños detalles narrativos, pequeñas mentiras, que luego cobrarán importancia en el enredo que amargará la vida del pobre inocente. La maestría narrativa de Farhadi no es una sorpresa, tampoco la solidez de las interpretaciones, pero en este caso encontramos también un fondo político muy notorio, pues su historia se convierte en una sutil descripción de la desconfianza y la sospecha dentro de una sociedad iraní maniatada, incapaz de rebelarse ante una realidad muy poco edificante. Tan sutil es su crítica que no fue censurado como otros cineastas iraníes, sino que incluso fue enviado a los Oscar para representar a su país.

Criterio de valoración:
● (No debería haberla visto)
★ (Espero no volver a verla)
★★ (Podría volver a verla)
★★★ (Quizá la vuelva a ver)
★★★★ (Seguro que volveré a verla)
★★★★★ (La veré varias veces)

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2 pensamientos en “Crítica en 200 palabras (o casi): Un héroe (2021)

  1. Fernando en dijo:

    Por lo común soy un gran admirador del cine de Asghar Farhadi. Pero esta vez no.

    Considero que «Nader y Simin: una separación», «El pasado», «El viajante» y «Todos lo saben» son sin excepción películas magníficas. Incluso «A propósito de Elly», que no está tan lograda, es lo suficientemente buena como para que compense de sobra el echarle un vistazo. Yo diría que Farhadi es -deliberada o inintencionadamente, qué más da- una extraña y afortunada mezcla de Hitchcock y Preminger. El esquema de sus argumentos suele ser el siguiente. Un suceso aparentemente trivial desencadena una serie de descomunales reacciones imprevistas, que traen la desgracia material o moral a un conjunto de personajes más o menos involucrados entre sí. Su idea esencial, bastante certera, es que todos los vivientes hemos hecho tres o cuatro cosas de las cuales no estamos orgullosos y que no nos gustaría que se supieran; y tal idea viene expuesta con una hábil gradación del suspense y una tensa acumulación de las sorpresas. Sus personajes son muy humanos y complejos, con una validez y una proyección universales, y están contemplados de una manera eminentemente imparcial y objetiva, no escatimando la presentación de sus numerosos defectos y sus numerosas virtudes, y sí disuadiendo a los espectadores de hacer fáciles juicios de valor sobre ellos. En resumen, todo el mundo tiene sus razones para portarse como se porta, y la conclusión es que nadie escapa a que su existencia esté fuera de su control y a merced de un ciego azar y un impenetrable misterio.

    «Un héroe» me parece la menos satisfactoria de las obras de Farhadi que hasta ahora he visto, pese a que no le faltan los buenos momentos. No es demasiado mala pero tampoco es demasiado buena. La fórmula habitual de su autor es admirable en líneas generales; y sin embargo, al igual que todo en esta vida, puede hacerse bien, mal o regular. En esta ocasión se ha hecho regular. Farhadi da aquí la impresión de haberse dormido en los laureles y de haber conducido la película con el piloto automático. La narración incurre en lo cansino, lo moroso y lo reiterativo, y está llevada a cabo con rutinaria desgana.

    Aunque la visualización de las propuestas teóricas de la filmografía de Farhadi tiene por costumbre estar por debajo de sus posibilidades, este desnivel nunca se había exacerbado tanto como aquí. Farhadi siempre ha sido mejor guionista que director. No afirmo que sea un completo inepto en este último apartado. Pero sus deficiencias son palmarias en «Un héroe» y se encuentran acentuadas hasta un grado excesivo: su planificación está muy poco inspirada, y su uso y abuso de figuras de estilo tan dudosas como el teleobjetivo y la temblona cámara en mano resulta inapropiadamente desagradable. Para colmo, recurre al más vulgar y desaprovechado empleo del formato Scope; se trata, que yo sepa, de la primera vez que Farhadi lo utiliza, y no habría estado de más que hubiera aprendido la lección de Preminger a ese respecto.

    Una relativa decepción.

    • A mí todas sus películas me parecen estupendas, excepto «Nader y Simin», que me parece extraordinaria. Aunque me falta ver «A propósito de Elly» y las anteriores. Esta no la veo nada cansina ni morosa, al contrario, pero es cierto que no es tan brillante de realización. Además, parece que ha rodado con un equipo de menos calidad, a veces se nota demasiado la textura digital. Pero para mí son defectos sin mucha importancia.

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