Crítica en 200 palabras (o casi): Cosas que olvidé recordar (1999)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD (origen TV).
Valoración: ★ (Espero no volver a verla).
Ahí va la crítica:
Cosas que olvidé recordar (Enrique Oliver, 1999): La querencia del que esto escribe por escarbar en el cine español más olvidado suele deparar sorpresas, pero estas pueden ser agradables o no. Aquí tenemos una extraña aproximación al exilio cubano en Estados Unidos protagonizada por una estrambótica familia que busca su sitio en el país de acogida. Pero no es sorprendente por su inusual temática, sino por su incapacidad para combinar elementos estéticos y narrativos con un mínimo de coherencia y gusto. Es un mejunje de imposible digestión compuesto de un poco de costumbrismo, otro poco de realismo mágico, otro de poco de parodia de las comedias de situación, y que para colmo se sirve de los poderes de una aparición mariana para hacer progresar el relato. Se supone que el conjunto sería una metáfora de la pérdida de identidad de los jóvenes cubanos criados en América, pues el hijo que es fagocitado por la televisión en sentido literal pretende ser lo que no es. Pero todo está tan mal rodado, el reparto es tan estridente en general –salvaría sólo a la adorable Blythe Danner–, que uno se olvida del propósito por honesto que este sea. Es una de esas películas que sorprenden que se hayan rodado.
Criterio de valoración:
● (No debería haberla visto)
★ (Espero no volver a verla)
★★ (Podría volver a verla)
★★★ (Quizá la vuelva a ver)
★★★★ (Seguro que volveré a verla)
★★★★★ (La veré varias veces)