Crítica en 200 palabras (o casi): Vicios de verano (1978)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD.
Valoración: ★★ (Podría volver a verla).
Ahí va la crítica:
Vicios de verano (Dove vai in vacanza? (Mauro Bolognini, Luciano Salce y Alberto Sordi, 1972): Las películas de episodios a las que tan aficionados eran los italianos no solían durar dos horas y media, como sucede en esta. Eso no sería un gran problema si las tres historias presentadas fueran divertidas, pero resulta que la de en medio, la protagonizada por el cómico Paolo Villaggio –una estrella en Italia muy poco conocida aquí– es demasiado tosca, deficiente y boba, un auténtico suplicio de chistes de caca, culo, pedo, pis, sobre un torpísimo guía de safaris. La primera historia también está bastante mal rodada –apenas hay un plano bien encuadrado–, lo que resulta incomprensible siendo obra de Bolognini, pero al menos encontramos algo de ingenio y erotismo en este relato sobre un divorciado –encarnado con su habitual eficacia por Ugo Tognazzi– incapaz de amar y que desea volver a acostarse con su ex mujer, la encantadora Stefania Sandrelli. Lo mejor, sin duda, se dejó para el final con todo un valor seguro: Alberto Sordi. Él mismo se dirige en esta crítica al snobismo cultural, pues su personaje y su esposa realizan un “viaje inteligente” organizado por sus hijos universitarios para culturizarse además de intentar adelgazar. Sorprendentemente, su conclusión es conciliadora, demostrando una enternecedora bonhomía.
Criterio de valoración:
● (No debería haberla visto)
★ (Espero no volver a verla)
★★ (Podría volver a verla)
★★★ (Quizá la vuelva a ver)
★★★★ (Seguro que volveré a verla)
★★★★★ (La veré varias veces)