Crítica 200 palabras (o casi): Compañeros mortales (1961)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD.
Valoración: ★ (Espero no volver a verla).
Ahí va la crítica:
Compañeros mortales (The Deadly Companions) (Sam Peckinpah, 1961): Hay que agradecer que Versus Entertainment nos haya proporcionado la posibilidad de ver en buenas condiciones la primera película de Peckinpah, ya que las anteriores ediciones en DVD eran un desastre que imposibilitaban su correcta apreciación. No es culpa de ellos que la decepción haya sido tan grande, que el debut de un cineasta tan notable sea tan torpe en muchos sentidos, pero el hecho es que desde la primera escena asistimos asombrados a un gran despropósito de planificación donde los planos no tienen continuidad y el montaje presenta saltos injustificables. No toda la puesta en escena es tan deficiente todo el tiempo, pero la narración y los personajes tampoco son demasiado interesantes. Un hombre pretende vengarse de otro, pero en el camino se verá obligado a ayudar a una viuda a enterrar a su hijo en un pueblo abandonado, para lo cual hay que atravesar territorio apache. La relación con esta mujer maltratada por la sociedad servirá para redimirse moralmente mientras los malvados reciben su justo castigo. Es un material tan poco estimulante, con unos diálogos tan bobos, que sus intérpretes no consiguen convencernos en ningún momento. Aburrimiento asegurado para el que quiera completar la filmografía del popular director.
Criterio de valoración:
● (No debería haberla visto)
★ (Espero no volver a verla)
★★ (Podría volver a verla)
★★★ (Quizá la vuelva a ver)
★★★★ (Seguro que volveré a verla)
★★★★★ (La veré varias veces)