Crítica en 200 palabras (o casi): Johnny y Clementina en el oeste
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD.
Valoración: ★★★ (Quizá la vuelva a ver).
Ahí va la crítica:
Johnny y Clementina en el oeste (West and Soda) (Bruno Bozzetto, 1965): En pleno boom del spaghetti-western apareció este largometraje de animación pionero en Italia –solo se habían realizado dos anteriormente–. Pero no es simplemente una plasmación en dibujos del mencionado género, sino mucho más, pues se sirve de los arquetipos del western de toda la vida de una forma humorística muy particular, combinando su enloquecido slapstick con algunas sorpresas surrealistas. En este mundo las vacas pueden hablar, incluso guardar en su interior botellas de leche como si fueran un frigorífico. Por tanto, es una película muy libre que, además, no esquiva la violencia ni la muerte, aunque la maldad esté tan caricaturizada que no resulta desagradable. El villano y sus dos secuaces acosan a una joven granjera desprotegida hasta que, a la media hora de película, llega un pistolero traumatizado muy hábil con las pistolas pero que no quiere volver a matar a nadie. Los personajes no son muy profundos, ni falta que hace porque tienen el suficiente encanto humorístico para que nos interesen sus peripecias. La animación puede parecer hoy algo primitiva, pero el estilo del dibujo sigue conservando su original atractivo y sus muchos detalles revalorizan unas situaciones que no siempre están bien medidas de ritmo.
Criterio de valoración:
● (No debería haberla visto)
★ (Espero no volver a verla)
★★ (Podría volver a verla)
★★★ (Quizá la vuelva a ver)
★★★★ (Seguro que volveré a verla)
★★★★★ (La veré varias veces)