Crítica en 200 palabras (o casi): Un trabajo en Italia (1969)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD.
Valoración: ★ (Espero no volver a verla).
Ahí va la crítica:
Un trabajo en Italia (The Italian Job) (Peter Collinson, 1969): A medida que pasaban las décadas, los planes para cometer grandes robos se fueron complicando en las películas progresivamente hasta llegar a los mayores absurdos. Del serial mudo Fantomas a la saga Fast & Furious hay un enorme trecho del que esta película sería un punto intermedio. Aquí ya tenemos tanto compinches y una logística tan complicada –provocar un atasco en Turín pirateando los semáforos para atrapar y desvalijar un furgón lleno de oro– que nos tememos que la recompensa sea menor que el coste de los preparativos. El plan es tan alambicado y las dificultades tan grandes –incluso una Mafia de opereta se opone a los planes de los británicos atracadores– que solo podía tomar forma de comedia de acción. Lo malo es que no se le ve por ningún lado la gracia a esta mezcla de slapstick automovilístico y socarronería rijosa –hasta Benny Hill aparece persiguiendo mujeres gordas–, rodada con poca elegancia y con personajes tan poco desarrollados que incluso Raf Vallone y Michael Caine parecen estar fuera de lugar. Seguramente su éxito se debió a sus espectaculares persecuciones y sus abundantes destrozos de coches, anticipando el cine de acción de décadas posteriores.
Criterio de valoración:
● (No debería haberla visto)
★ (Espero no volver a verla)
★★ (Podría volver a verla)
★★★ (Quizá la vuelva a ver)
★★★★ (Seguro que volveré a verla)
★★★★★ (La veré varias veces)