Crítica en 200 palabras (o casi): Se llamaba Grace Kelly (2002)
Lugar de proyección: el hogar, dulce hogar, de mis padres.
Formato de proyección: VOD (Movistar+).
Valoración: ★ (Espero no volver a verla).
Ahí va la crítica:
Se llamaba Grace Kelly (Elle s’appelait Grace Kelly) (Serge de Sampigny, 2002): Pocas veces un documental biográfico dejará tan insatisfecho al espectador cinéfilo pues apenas se adentra en la vida artística de Grace Kelly, como si su corta pero intensa carrera cinematográfica no tuviera importancia al lado de su posterior vida como princesa de Mónaco. Tampoco creo que contente demasiado a los aficionados al cotilleo, ni siquiera a los interesados en la vida personal de la estrella, pues la reservada personalidad de la actriz parece haber vencido al paso del tiempo. Ni siquiera la presencia de su hijo, Alberto de Mónaco, anfitrión que nos abre tanto las puertas de la casa donde ella vivió de joven como su álbum familiar, arroja demasiada luz sobre su persona. Esta sucesión de testimonios especulativos sobre su presunto carácter paradójico, con su rebeldía frente a su padre y su abandono del cine como jalones más significativos, no consigue formar un relato consistente. La teoría según la cual seguía interpretando un papel desde que se casó con Rainiero es bastante conveniente para el mito, pero es otra especulación más. Nadie sabrá si era feliz o no, ni debe importarnos demasiado, porque a la cinefilia solo nos interesa el magnetismo que transmitía a a través de sus personajes.
Criterio de valoración:
● (No debería haberla visto)
★ (Espero no volver a verla)
★★ (Podría volver a verla)
★★★ (Quizá la vuelva a ver)
★★★★ (Seguro que volveré a verla)
★★★★★ (La veré varias veces)