Crítica en 200 palabras (o casi): El hombre invisible (2020)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD.
Valoración: ★★★★ (Seguro que volveré a verla).
Ahí va la crítica:
El hombre invisible (The Invisible Man) (Leigh Whannell, 2020): Esta enésima película inspirada en El hombre invisible, de H.G. Welles, consigue una nueva vuelta de tuerca narrativa desplazando el foco de atención desde el inventor a una víctima de su poder. El protagonismo recae en una mujer acosada por una ex pareja que, tras fingir su propia muerte, aprovecha su invisibilidad para atormentarla. No sé si es oportunista este aprovechamiento de la mediáticamente omnipresente violencia de género, creo más bien que simplemente está a tono con el ambiente creado por esos medios; pero lo importante es que su director consigue hacernos sentir la angustia de la protagonista desde la primera y magnífica secuencia de la fuga de su propia casa. El guionista de las terroríficas series Saw o Insidious es consciente de las deudas que tiene con otras películas –Terminator 2 (James Cameron, 1991) es la más inesperada–, pero demuestra sin aspavientos autorales un sabio aprovechamiento de la cámara subjetiva, el fuera de campo y los puntos de vista. Y no se deja llevar por tentaciones voyeristas dando el protagonismo a una mujer normal, a una Elizabeth Moss carismática sin necesidad de ser embellecida, y con la que podemos compartir sus más que justificadas ansias de venganza.
Criterio de valoración:
● (No debería haberla visto)
★ (Espero no volver a verla)
★★ (Podría volver a verla)
★★★ (Quizá la vuelva a ver)
★★★★ (Seguro que volveré a verla)
★★★★★ (La veré varias veces)