Crítica en 200 palabras (o casi): El magistrado (1959)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD (origen TV).
Valoración: ★★★★ (Seguro que volveré a verla).
Ahí va la crítica:
El magistrado (Il magistrato) (Luigi Zampa, 1959): Las coproducciones a veces provocan combinaciones artísticas algo extrañas, pero este caso se lleva la palma por conseguir que Madrid tenga puerto de mar. Cualquier madrileño distinguirá la plaza de España o el Arco de Cuchilleros, así que no es poco milagro que el magistrado que trabaja en esa ciudad tenga que investigar un crimen sucedido en los muelles de Génova, que es donde se rodaron esas escenas. Dejando aparte este curioso defecto, Zampa nos ofrece una película de tesis sobre la dificultad de administrar justicia en un mundo esencialmente injusto y, por eso mismo, sobre la necesidad de luchar contra esa injusticia. Para ello erige un drama familiar destinado a clarificar las circunstancias –la clase social, la hipocresía en las relaciones afectivas, el poder del dinero para corromper– que pueden llevar a un pobre hombre a cometer un crimen. Lamentablemente, a pesar de seguirse con enorme interés por su convincente desarrollo de personajes, la tesis se viene un poco abajo por la injustificada crisis final del criminal. En cualquier caso, es una película intensa y desasosegante –a pesar de su esperanzador final– que demuestra el perfecto dominio narrativo de su realizador, un maestro de la puesta en escena “invisible”.
Criterio de valoración:
● (No debería haberla visto)
★ (Espero no volver a verla)
★★ (Podría volver a verla)
★★★ (Quizá la vuelva a ver)
★★★★ (Seguro que volveré a verla)
★★★★★ (La veré varias veces)