Crítica en 200 palabras (o casi): Todos somos necesarios (1956)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD (origen VHS).
Valoración: ★★★ (Quizá la vuelva a ver).
Ahí va la crítica:
Todos somos necesarios (Ritorno alla vita) (José Antonio Nieves Conde, 1956): Que el título asevere que todos somos necesarios nos predispone a ver una película moralista, y efectivamente así es. Tres presos salen de la cárcel y montan en un tren. Desde el principio sienten el rechazo que provoca su estigma carcelario, pero ya se encarga el guion de provocar las situaciones adecuadas para que se rediman de cara a la gente, y nada mejor que un niño enfermo cuya vida solo puede ser salvada por uno de ellos –que es un médico injustamente inhabilitado– para conseguirlo con una buena ración de emotividad. Y tampoco falta el cura que certifique con su iluminada mirada la autenticidad de la contrición de los personajes. Con estos tramposos mimbres Nieves Conde consigue, sin embargo, que en gran parte de su metraje nos involucremos en el drama. Su efectiva puesta en escena, con una fantástica fotografía nocturna y un aprovechamiento máximo del reducido espacio del tren, acompañado de un elenco de grandes actores y un montaje perfectamente medido, consigue dar empaque a un guion demasiado ejemplarizante. El microcosmos social también queda bastante cruelmente retratado, pues el pueblo representado por los pasajeros es presentado como una inestable veleta que gira según sople el viento más conveniente.
Criterio de valoración:
● (No debería haberla visto)
★ (Espero no volver a verla)
★★ (Podría volver a verla)
★★★ (Quizá la vuelva a ver)
★★★★ (Seguro que volveré a verla)
★★★★★ (La veré varias veces)