Crítica en 200 palabras (o casi): La fiaca (1969)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD (origen TV).
Valoración: ★★★ (Quizá la vuelva a ver).
Ahí va la crítica:
La fiaca (Fernando Ayala, 1969): Un lunes, un oficinista decide no hacer caso al despertador y seguir en la cama. Explica a su mujer que tiene fiaca, es decir, apatía, flojera, pereza para ir a trabajar. Es un pequeño acto de rebelión que solo puede tener nefastas consecuencias para su futuro y que resulta incomprensible para los demás personajes, excepto para un compañero de trabajo que también sentirá esa fiaca. Más de un espectador se identificará con él y compartirá sus fantasías de emancipación laboral aunque sea consciente de los inconvenientes económicos de la situación. Es una identificación muy útil para una obra de tesis como esta, pensada para mostrar las ataduras que el sistema económico impone sobre muchos ciudadanos. Afortunadamente, lo hace desde la comedia sin lanzarnos ningún discursito emancipador, sino buscando el lado divertido de la situación. Quizás de forma excesiva, pues convierte a su personaje en un niño grande que emula la experiencia infantil de fingirse enfermo para no ir al colegio. No molesta mucho su evidente origen teatral aunque cinematográficamente no tenga nada especial excepto algunos sencillos juegos espacio- temporales, pero sí resulta ciertamente cargante la expresividad de su protagonista, Norman Briski, en contraste con la naturalidad de Norma Aleandro.
Criterio de valoración: ★ (Espero no volver a verla) ★★ (Podría volver a verla) ★★★ (Quizá la vuelva a ver) ★★★★ (Seguro que volveré a verla) ★★★★★ (La veré varias veces).