Crítica en 200 palabras (o casi): El rock de la cárcel (1957)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD.
Valoración: ★★ (Podría volver a verla).
Ahí va la crítica:
El rock de la cárcel (Jailhouse Rock) (Richard Thorpe, 1957): Basta una escena de esta película para comprobar lo mal actor que era Elvis Presley, pues es incapaz de transmitir nada con su mirada. Sin embargo, este grave hándicap de partida no debía importar demasiado a los productores, conscientes de su atractivo a la hora de cantar y mover sus caderas, principal reclamo para sus fans. En ese sentido, si no exigimos más se puede disfrutar perfectamente de este drama con canciones –no está construido como un musical y solo una canción es puesta en escena coreográficamente– porque narrativamente es bastante dinámica. El protagonista acaba en prisión por un homicidio involuntario y allí conoce a un cantante de country que le da los primeros consejos para actuar. Cuando sale se convierte en una estrella gracias a la ayuda de una ejecutiva. Es, por tanto, la típica historia de escalada al éxito, pero al menos su descarada chulería y su descubrimiento del oscuro mundo discográfico sorprende un poco. Por otro lado, la tormentosa relación sentimental que establece con su socia es algo infantil vista hoy en día. La tonta dicotomía entre amor y dinero que pretende representar tiene, además, una conclusión muy previsible. Intrascendente, pues, pero amena de todos modos.
Criterio de valoración: ★ (Espero no volver a verla) ★★ (Podría volver a verla) ★★★ (Quizá la vuelva a ver) ★★★★ (Seguro que volveré a verla) ★★★★★ (La veré varias veces).