Crítica en 200 palabras (o casi): ¡Tan lejos, tan cerca! (1993)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD.
Valoración: ★ (Espero no volver a verla).
Ahí va la crítica:
¡Tan lejos, tan cerca! (In weiter Ferne, so nah!) (Wim Wenders, 1993): Cumpliendo lo que prometía al final de El cielo sobre Berlín (1987), Wenders recuperó a sus personajes en esta extraña y desafortunada continuación. Extraña porque el tono es bastante diferente aunque inicialmente no lo parezca por su uso del blanco y negro y el contemplativo carácter de sus personajes celestiales. Ahora el ángel que interpretaba Bruno Ganz vive como humano felizmente casado y con una hija y el protagonismo recae en su compañero interpretado por el singular Otto Sander, cuya venida a la Tierra se produce por el impulso repentino de salvar a una niña. Sus peripecias son en esta ocasión más humorísticas, y también más complicadas, oscilando entre la comedia y el cine de acción sin demasiado sentido, en un caos narrativo completamente carente de ritmo y demasiado alargado, y donde hay personajes muy incomprensibles. La fascinante atmósfera de Berlín de la primera parte se ha perdido, la sutileza se ha sustituido por prolijas explicaciones sobre la misión de los ángeles, rompiendo de ese modo su misterio. Ni siquiera la presencia de Peter Falk, Nastassja Kinski o Willen Dafoe ayuda porque parecen actores desubicados, perdidos en un mundo de ficción incongruente. Pocas veces una continuación ha sido tan innecesaria.
Criterio de valoración: ★ (Espero no volver a verla) ★★ (Podría volver a verla) ★★★ (Quizá la vuelva a ver) ★★★★ (Seguro que volveré a verla) ★★★★★ (La veré varias veces).
Cinema Nostrum 