Crítica en 200 palabras (o casi): La noche brava (1959)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD.
Valoración: ★★ (Podría volver a verla).
Ahí va la crítica:
La noche brava (La notte brava) (Mauro Bolognini, 1959): Cuando el neorrealismo de posguerra ya ha dado sus últimas bocanadas en Italia, autores como Bolognini insistieron en mostrar las partes más oscuras de sus ciudades, en este caso de la preolímpica Roma, convertida ya en una capital turística que ofrecía grandes diversiones a quien pudiera pagarlas, como retratara Fellini en La dolce vita (1960), de la que esta película parece su reverso tenebroso. Sin una explícita ideología que sustente el discurso, sino mediante la simple constatación de un vacío existencial de causas muy difusas, Pasolini –guionista y autor de la novela en que se basa el guion– y Bolognini siguen a un grupo de jóvenes delincuentes durante una larga noche. No hay un protagonista individual, ni un hilo argumental preciso, pues la narración vaga de un lado a otro al ritmo de unos personajes que viven intensamente cada instante con el poco dinero que trapichean. Pero también los jóvenes pijos con los que se encuentran están igual de perdidos pese a su envidiable posición económica. El dinero, por tanto, solo oculta un fondo de desesperación más profundo y muy bien transmitido por su realizador, pero cuyo resultado fílmico es tan áspero que no apetece demasiado volver a verla.
Criterio de valoración: ★ (Espero no volver a verla) ★★ (Podría volver a verla) ★★★ (Quizá la vuelva a ver) ★★★★ (Seguro que volveré a verla) ★★★★★ (La veré varias veces).