Crítica en 200 palabras (o casi): El lobo humano (1935)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD.
Valoración: ★★ (Podría volver a verla).
Ahí va la crítica:
El lobo humano (The Werewolf of London) (Stuart Walker, 1935): En la línea habitual de sus películas protagonizadas por científicos desquiciados, la Universal ofreció aquí otro ejemplo más. El susodicho busca en el Tíbet una planta que solo florece a la luz de la luna y la encontrará, pero también será atacado por un hombre-lobo y cuando regrese a Londres sufrirá las consabidas transformaciones nocturnas. No parece casualidad que sus víctimas sean exclusivamente mujeres de moral relajada, y que incluso su propia esposa sea su objetivo cuando cree que le está engañando con un amigo de la infancia. Las creencias religiosas del científico no se remarcan demasiado, pero ahí están sus plegarias a Dios. Así que todo junto da una idea del sustrato ideológico que esconde una historia bastante banal, en realidad, donde se suceden con agilidad las escenas de acción e incluso es bastante humorística en algunos pasajes, pero no llega a ofrecer nada más que una endeble intriga centrada en la rivalidad con otro científico también poseído por la licantropía. No es peor que otras películas más célebres sobre el mismo tema, como por ejemplo la que la propia Universal haría poco después con el título de El hombre lobo (George Waggner, 1941).
Criterio de valoración: ★ (Espero no volver a verla) ★★ (Podría volver a verla) ★★★ (Quizá la vuelva a ver) ★★★★ (Seguro que volveré a verla) ★★★★★ (La veré varias veces).