Crítica en 200 palabras (o casi): A contratiempo (1981)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD (origen TV).
Valoración: ★★★ (Quizá la vuelva a ver).
Ahí va la crítica:
A contratiempo (Óscar Ladoire, 1981): Óscar Ladoire ha probado dos veces la dirección. En esta su primera experiencia se manifiesta la misma cinefilia que compartía con otros jóvenes cineastas madrileños de su generación encabezados por Fernando Trueba, que aquí es, precisamente, coguionista y productor. Ladoire encarna a un director de cine en busca de inspiración en un viaje por carretera sin destino fijo, pero el encuentro con una quinceañera desviará su atención de sus planes previos. Es una relación imposible –¿o quizá no?– donde la parte activa es la chica, desprejuiciada y abierta a nuevas experiencias, mientras que él, desconcertado, lucha por no dejarse “corromper” por ella. Y no solo estamos hablando de tensión sexual, sino de afrontar la vida de manera sincera, sin los filtros que impone la sociedad de la que él solo se evade dirigiendo cine. No es una película perfecta técnicamente –destaca lo defectuoso de su sonido directo–, incluso sufre algunas arritmias dentro de su tono cómico general –sale Carlos Boyero parodiándose a sí mismo–, pero nunca decae el interés por saber en qué acabará esta desequilibrada relación de pareja. Es de esas películas que por momentos parecen improvisadas, lo que le da una agradable frescura.
Criterio de valoración: ★ (Espero no volver a verla) ★★ (Podría volver a verla) ★★★ (Quizá la vuelva a ver) ★★★★ (Seguro que volveré a verla) ★★★★★ (La veré varias veces).