Crítica en 200 palabras (o casi): Soldados de plomo (1983)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD.
Valoración: ★★ (Podría volver a verla).
Ahí va la crítica:
Soldados de plomo (José Sacristán, 1983): En la primera de sus tres incursiones en la realización, José Sacristán adaptó un relato de Eduardo Mendoza para protagonizarlo él mismo. El peculiar mundo criminal del escritor barcelonés ya le era conocido por haber protagonizado La cripta (Cayetano del Real, 1981) solo dos años antes, pero aquí prescindió de su característico humor. Encarna a un hombre que vuelve de Estados Unidos para heredar una casa que su hermanastro quiere comprarle para derribarla, pues estorba a un importante proyecto inmobiliario. Su reencuentro con la infancia, representada por los soldados de plomo que encuentra en la casa, es traumática y lo lleva a querer averiguar la verdad sobre la muerte de su padre, acaecida cuando era niño. La narración oscila entre el drama familiar y la intriga criminal, sin conseguir en ningún momento un adecuado equilibrio, además de estar poblada por personajes demasiado estereotipados. Sus intérpretes –sobre todo Fernando Fernán Gómez y Amparo Rivelles– consiguen mantener en pie la función, pero la realización de Sacristán no destaca por nada en especial, quizás por estar más preocupado en dirigir a los actores que por conseguir un buen acabado técnico. De todos modos, consigue mantener nuestra atención hasta el final.
Criterio de valoración: ★ (Espero no volver a verla) ★★ (Podría volver a verla) ★★★ (Quizá la vuelva a ver) ★★★★ (Seguro que volveré a verla) ★★★★★ (La veré varias veces).