Crítica en 200 palabras (o casi): El agente topo (2020)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: VOD (Veoforqué).
Valoración: ★★ (Podría volver a verla).
Ahí va la crítica:
El agente topo (Maite Alberdi, 2020): Un detective contrata a un hombre de 83 años como agente topo para infiltrarse en una residencia de ancianos. Debe averiguar si la madre de una clienta del detective está bien allí, descubrir cualquier anomalía en el trato que se da a los residentes y, de ser así, grabarlo en vídeo. La premisa tiene su gracia, pues el agente no se maneja muy bien con las tecnologías y el trato con las ancianas provoca situaciones simpáticas, pero en seguida descubrimos que la comedia puede tornarse en drama en cualquier momento, pues en realidad estamos ante un documental que se ha servido de esta ardid ficcional para introducirse en una residencia real y descubrir las auténticas preocupaciones de sus residentes. De hecho, ni siquiera el agente topo es un actor profesional, sino otro anciano más. Es meritorio haber conseguido armar así la narración, pero tampoco conviene exagerar su valía porque abundan las escenas insustanciales tan propias de los documentales de observación. Tampoco nos descubre nada que no sepamos ya, y sus pinceladas ternuristas están demasiado dirigidas a reforzar un mensaje de tono casi publicitario, por muy loable que sea, y que se podría resumir en “visita alguna vez a tus progenitores”.
Criterio de valoración: ★ (Espero no volver a verla) ★★ (Podría volver a verla) ★★★ (Quizá la vuelva a ver) ★★★★ (Seguro que volveré a verla) ★★★★★ (La veré varias veces).
Cinema Nostrum 