Crítica en 200 palabras (o casi): Chernobyl (2019)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD.
Valoración: ★★★ (Quizá la vuelva a ver).
Ahí va la crítica:
Chernobyl (Craig Mazin, 2019): El mayor accidente nuclear de la historia merecía una serie como esta, digna del mejor cine de catástrofes, o del mejor cine político, o del mejor cine judicial, porque de todo ello nos ofrece muy buenas escenas envueltas, además, en una convincente ambientación histórica pese a que todos hablen en inglés. Todo lo cual no nos impide ver también que reitera en exceso el mensaje de fondo: que el accidente puso en evidencia que la Unión Soviética era una gran mentira sustentada por sus políticos y burócratas, con la complicidad de algunos científicos y trabajadores. Para compensar se nos muestra a un pueblo abnegado y sacrificado –biorobots los llaman cínicamente–, víctima inocente de la arbitrariedad de sus gobernantes, pero a costa de ralentizar la trama principal deteniéndose en exceso en las peripecias de la mujer de un bombero o las de un soldado novato. Su punto fuerte, aparte de la eficaz denuncia política, está en la relación entre el héroe a su pesar –el científico que investiga lo sucedido– y el político que toma conciencia del desastre provocado por el sistema del que es cómplice. En ellos se refleja el drama humano que provoca toda ideología totalitaria.
Criterio de valoración: ★ (Espero no volver a verla) ★★ (Podría volver a verla) ★★★ (Quizá la vuelva a ver) ★★★★ (Seguro que volveré a verla) ★★★★★ (La veré varias veces).