Crítica en 200 palabras (o casi): La muerte silba un blues (1961)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD (origen TV).
Valoración: ★ (Espero no volver a verla).
Ahí va la crítica:
La muerte silba un blues (Jesús Franco, 1961): El chapuzas más famoso del cine español no siempre lo fue tanto. Otra cosa es que su talento y sus medios de producción estuvieran a la altura de sus pretensiones. En el presente caso se puede observar cierto cuidado en su fotografía y en la composición de algunos planos, consiguiendo ambientar adecuadamente un club nocturno donde él mismo se sube al escenario para tocar con la banda de blues; pero poco más se puede salvar del conjunto. Pretende ser cine negro sofisticado, pero no acompaña a esa intención ni su trama, simplona e incoherente, ni los medios presupuestarios para llevarla a cabo. Se supone que está ambientada en Jamaica, pero es evidente paisajísticamente que no salen de Andalucía, por más que aparezcan algunos personajes negros. A ese lugar llega un desconocido que parece querer vengar una traición de hace diez años, la cometida por un potentado del lugar que lo denunció a las autoridades por contrabando de armas y además se quedó con su mujer. Sus pretenciosos diálogos y sus embarulladas situaciones imposibilitan cualquier verosimilitud, hasta el punto de que la película se estrenó años después en Francia con el oportunista título de Agent 077, Opération Jamaique.
Criterio de valoración: ★ (Espero no volver a verla) ★★ (Podría volver a verla) ★★★ (Quizá la vuelva a ver) ★★★★ (Seguro que volveré a verla) ★★★★★ (La veré varias veces).
Cinema Nostrum 