Crítica en 200 palabras (o casi): Carta de amor de un asesino
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD (origen TV).
Valoración: ★ (Espero no volver a verla).
Ahí va la crítica:
Carta de amor de un asesino (Francisco Regueiro, 1972): Entre los componentes del Nuevo Cine Español, Regueiro fue seguramente el menos afortunado tanto en repercusión popular como en aprecio crítico, aunque pudo redimirse algo a partir de los años ochenta. La película que nos ocupa ni siquiera llegó a estrenarse y, la verdad, mejor que fuera así. Difícilmente el público, aunque conociera el cine de Buñuel del que es deudora, hubiera recibido con entusiasmo una narración surrealista tan críptica. Una bibliotecaria se obsesiona con las cartas que le ha escrito un asesino interpretado inexpresivamente por José Luis López Vázquez, de cuya existencia real dudamos en todo momento. Apenas se ofrecen asideros narrativos para entender las relaciones entre algunos personajes, pero eso se podría perdonar si las imágenes fueran verdaderamente sugestivas. El mundo onírico en el que parece vivir la protagonista encarnada por Serena Vergano nunca nos seduce, al contrario, nos repele por su pobre puesta en escena. La acumulación de símbolos y metáforas de difícil interpretación no ayuda demasiado, como tampoco lo hacen sus arbitrarios efectos de sonido. Seguramente solo quede en el recuerdo la escena de la protagonista jugando con un pez en la bañera, casi como Victoria Abril en Átame (1989) con aquel célebre juguetito fálico.
Criterio de valoración: ★ (Espero no volver a verla) ★★ (Podría volver a verla) ★★★ (Quizá la vuelva a ver) ★★★★ (Seguro que volveré a verla) ★★★★★ (La veré varias veces).