Un crecimiento sostenible: Festival Nocturna 2014
Hace un año deseábamos que el Festival Internacional de Cine Fantástico de Madrid no fuera flor de un día, que las cuentas permitieran a sus organizadores volver a ofrecer un punto de encuentro para los fanáticos del género que quisieran descubrir en una gran pantalla las últimas novedades. Afortunadamente, así ha sido. Durante una semana se ha desarrollado en el cine Palafox esta esperada segunda edición y, además, con mayor afluencia de público. En mi opinión –que no es la de un incondicional del fantástico, sino solo del buen cine– la selección de películas solo mejoró un poco, pero comprendemos que un festival tan joven todavía tiene dificultades para acceder a los grandes títulos del año.
La Sección Oficial de este año se redujo a ocho películas –dos menos que el año pasado–, quizá consecuencia de una mayor exigencia en la selección. Ciertamente, esta vez no se ha colado ningún subproducto impropio de un festival competitivo, por lo que el nivel ha sido muy aceptable, aunque tampoco deslumbrante. Esto último ha hecho destacar más a la ganadora del primer premio, La cueva (Alfredo Montero, 2014), una claustrofóbica aventura de excursionistas perdidos en el interior de una gruta que, paradójicamente, carece de elementos netamente fantásticos. Su eficacia como película de suspense y sobresaltos, a pesar de sus escasos medios, fue merecidamente premiada y aplaudida por el público. Además, una de sus protagonistas, Eva García-Vacas, obtuvo una Mención Especial por su meritoria interpretación.
Ninguna de las restantes películas estuvo a la altura de La cueva. Los tres premios –director, guión y actores– que cosechó Wolf Creek 2 (Greg Mclean, 2013) parecen una recompensa excesiva, y así lo manifestaron algunos asistentes a la entrega de galardones. Dudo mucho que una secuela de una película tan mediocre como Wolf Creek (Greg Mclean, 2005), cuyo único atractivo era el carisma de su psicópata protagonista –interpretado por el magnífico John Jarratt–, pueda ser muy destacable. A juzgar por su primera secuencia, ofrecía más de lo mismo, pero un error en el formato de proyección que no fue subsanado –único pero grave borrón de este festival– me llevó a abandonar la sala. En esas condiciones no es justo juzgar una película, por lo que espero en el futuro tener la oportunidad de comprobar mi primera impresión.
La única película de esta sección que obtuvo algún premio más –el de efectos especiales– fue Extraterrestrial (Colin Minihan, 2014), una entretenida aventura que se inicia como un slasher más, con un grupo de jóvenes de vacaciones en una cabaña incomunicada, y acaba como una sorprende aventura espacial con mucho humor negro. Además, la aparición de Michael Ironside no pudo dejar de ser aplaudida.
La película suiza Chimères (Olivier Beguin, 2013) fue injustamente postergada del palmarés a pesar de su original y elegante tratamiento del vampirismo. Alejada del tremendismo sangriento a que suele dar pie el género, apuesta por un intimista acercamiento a las consecuencias que tiene sobre una pareja de enamorados el que él se convierta en vampiro. También The Sacrament (Ti West), película que clausuró el pasado Festival de Sitges, podría haber merecido alguna recompensa. Su aproximación a una comunidad que vive aislada en un paraíso, pero no es más que una secta, consigue inquietar gracias a su logrado uso del found footage.
Como La cueva, la claustrofobia Beneath (Ben Ketai, 2013) se desarrolla en un espacio cerrado, una mina en este caso, donde un grupo de personajes luchan por sobrevivir y acaban por enfrentarse entre ellos mismos. Con más medios, pero menos imaginación aunque se sirva de elementos fantásticos, su principal virtud es su eficacia narrativa y su ambigüedad a la hora de explicar lo sucedido.
Para acabar con esta sección, lo peor vino de Canadá con Silent Retreat (Tricia Lee, 2013), absurdo alegato contra la violencia machista en el marco de una extraña institución reformadora de mujeres delincuentes; y del cine oriental con The Second Coming 3D (Herman Yau, 2014), rocambolesco juego narrativo en torno a una posesión cuyos sorprendentes giros no dejaron indiferentes por sus evidentes incoherencias.
De la Sección Dark Visions, reservada para propuestas supuestamente más transgresoras, este cronista solo pudo ver, debido a la coincidencia horaria con las proyecciones de otras secciones, una muy convencional película de casa encantada, Haunt (Mac Carter, 2013); y un interesante cruce entre cine negro y posesión diabólica, Fractured (Adam Gierasch, 2013), cuya mayor atractivo se encuentra en su especial atmósfera. Como este año la organización no estableció sesiones especiales de las películas ganadores, no pudimos ver la triunfadora de esta sección, Cruel & Unusual (Merlin Dervisevic, 2014).
La Sección Madness, compuesta de películas todavía más violentas que las otras, tuvo como ganadora a la insoportable Pinup Dolls on Ice (Geoff Klein y Melissa Mira, 2013). Pocas veces un slasher, género de por sí no muy variado, resultará tan aburrido por su carencia total de ideas nuevas, al menos hasta donde fui capaz de soportar. Su premio parece responder más a la simpatía demostrada por sus directores en la presentación que a sus méritos cinematográficos. Circus of the Dead (Billy Pon, 2014) no es mejor, pero este despropósito carente de toda lógica acaba por ser tan excesivo que transmite cierto malestar al espectador, convencido de que está dirigida por un auténtico enfermo mental. Savaged (Michael S. Ojeda, 2013) es un producto técnicamente más solvente pero, al fin y al cabo, dedicado exclusivamente a satisfacer los bajos instintos mediante un argumento con tintes antirraciales: un antiguo jefe indio toma posesión de una joven asesinada para vengarse de los malvados hombres blancos del lugar. Se alzó con el Premio del Público por el que competían las películas de las tres secciones comentadas hasta ahora.
Ya fuera de competición, pudimos asistir a otras sesiones pensadas para dar un vistazo al panorama contemporáneo internacional o descubrir nuevos estrenos españoles. Entre las primeras, solo mereció la pena ver Delivery (Brian Netto, 2013), una nueva variación de La semilla del diablo (Roman Polanski, 1968) en torno a una pareja que espera su primer hijo mientras participa en un reality show, contada como un falso documental con fragmentos de found footage. La austriaca The Station (Marvin Kren, 2013), sobre violentos animales mutantes; y la rusa Viy (Oleg Stepchenko, 2014), un farragoso cuento de brujería, no merecen ninguna atención; mientras que la española Panzer Chocolate (Robert Figueras, 2013), sobre una extraña secta de nazis, solo debe recordarse por su condición de experimento interactivo. Pero tener que estar pendiente del móvil para obtener información extra y ver un final alternativo no me parece que sea el mejor procedimiento para disfrutarla. Para acabar, la modestia presupuestaria de La mujer que hablaba con los muertos (César del Álamo, 2014) no es excusa para el fracaso de una comedia de terror que no da miedo ni hacer reír. Esperemos que Wax (Víctor Matellano, 2014), el otro estreno español del festival, presente mejores credenciales cuando podamos verla próximamente.
En un festival como este no pueden faltar los homenajes. Por lo que, para concluir, hay que señalar el éxito de la organización por haber traído a Madrid a Jaume Balagueró, Dario Argento y Tobe Hooper, acompañados de las proyecciones de, respectivamente, Mientras duermes (2011), Rojo oscuro (1975) y La matanza de Texas (1974). Con su presencia se completó una fiesta que se había inaugurado con el imaginativo mundo futuro de The Zero Theorem (Terry Gilliam, 2013) y acabó en la clausura con el jolgorio producido por las increíbles coreografías pugilísticas de The Raid 2: Berandal (Gareth Evans, 2014). Esperemos que el año que viene haya más y mejor.
PALMARÉS:
Mejor Película: La cueva.
Mejor Director: Greg McLean, por Wolf Creek 2.
Mejor Interpretación: Ryan Corr y John Jarratt, por Wolf Creek 2.
Mejor Guión: Greg McLean y Aaron Sterns, por Wolf Creek 2.
Mejores Efectos Especiales: Extraterrestrial.
Mención Especial Interpretación: Eva García Vacas, por La cueva.
Mejor Película Dark Visions: Cruel and Unusual.
Mejor Película Madness: Pinups Dolls on Ice.
Premio del Público Mejor Película: Savaged.
Premio del Público Mejor Cortometraje Internacional: Lothar.
Premio del Público Mejor Cortometraje Nacional: 24 horas con Lucía.