Crítica en 200 palabras (o casi): Audrey, más allá del icono
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD.
Valoración: ★ (Espero no volver a verla).
Ahí va la crítica:
Audrey, más allá del icono (Audrey, More Than an Icon) (Helena Coan, 2020): Más allá del icono dice el subtítulo, pero también podríamos decir más allá del cine, pues este documental apenas se detiene en analizar sus interpretaciones, obvia gran parte de sus películas y ni siquiera menciona algunas de las más memorables. Por tanto, este retrato defraudará a los cinéfilos y solo satisfará a las lectoras de las revistas del corazón por la atención que se pone en su estilo para vestir, en su fotogenia y, sobre todo, en su vida sentimental. Solo reviste algún interés algunas de las declaraciones de la propia actriz porque revelan su inteligencia y modestia, pero la mayoría de los testimonios de los que la conocieron no pasan de lo anecdótico. Poco nos debería de importar lo que su jardinero pensara de ella, digo yo, y tampoco parece pertinente elucubrar tanto sobre sus íntimos sentimientos –se especula con que sus carencias afectivas se debían al abandono de su padre cuando era niña– imposibles de demostrar. Para rematar el omnipresente sentimentalismo ñoño del documental, la parte final es una interminable apología de su actividad humanitaria como embajadora de la Unicef, de cuya sinceridad no dudamos, pero que nada aporta a su grandeza como actriz, que es lo importante.
Criterio de valoración:
● (No debería haberla visto)
★ (Espero no volver a verla)
★★ (Podría volver a verla)
★★★ (Quizá la vuelva a ver)
★★★★ (Seguro que volveré a verla)
★★★★★ (La veré varias veces)