Crítica en 200 palabras (o casi): Para entrar a vivir (2022)
Lugar de proyección: Teatro Bellas Artes de Tarazona (Festival de Cine de Comedia).
Formato de proyección: DCP.
Valoración: ★★★ (Quizá la vuelva a ver).
Ahí va la crítica:
Para entrar a vivir (Pablo Aragüés y Marta Cabrera, 2022): El problema de la vivienda es una constate temática de todas las épocas del cine español –lo que dice mucho de la incapacidad de nuestros gobernantes–, pero en esta película no se pretende denunciar nada, sino usarlo solo como punto de partida para un cuento fantástico con moraleja. Una pareja encuentra por fin su piso ideal a buen precio y pronto descubre que, además, su compra ha sido mejor de lo esperada porque la casa les concede todo lo que desean. Esto ya sabemos que puede ser muy problemático, nada hay más peligroso que ver realizados todos los sueños, pero lo importante no es su sencillo mensaje filosófico, sino lo bien desarrolladas que están las situaciones. Un poco de misterio, otro poco de humor, y otro poco de terror para completar una película intrascendente, de esas que llamamos simpáticas, que además va al grano –solo dura 72 minutos– y que ni nos ofende ni nos entusiasma. Es un honesto entretenimiento, pues, sustentando en un buen trío de intérpretes –Bárbara Goenaga, Gorka Ochoa y Luisa Gavasa–, cuyo único inconveniente grave seguramente sea su difícil comercialización en salas debido a su duración y a su escasa espectacularidad visual.
Criterio de valoración:
● (No debería haberla visto)
★ (Espero no volver a verla)
★★ (Podría volver a verla)
★★★ (Quizá la vuelva a ver)
★★★★ (Seguro que volveré a verla)
★★★★★ (La veré varias veces)