Crítica en 200 palabras (o casi): El especulador (1963)
Lugar de proyección: Sala 1 del Cine Doré (Filmoteca Española).
Formato de proyección: DCP.
Valoración: ★★★ (Quizá la vuelva a ver).
Ahí va la crítica:
El especulador (Il boom) (Vittorio De Sica, 1963): Somos afortunados de que Alberto Sordi haya existido y de que actuara en un centenar y medio de películas. Cuando él aparece en pantalla deja de importar la calidad de la película, pues él solo se basta para apropiarse de la escena y de nuestra mirada para ofrecernos en sus carnes el increíble espectáculo de la condición humana con sus todas sus miserias y grandezas. En este caso se pone a las órdenes de otro grande, Vittorio De Sica, para encarnar a un apurado empresario cuya ambición es enriquecerse rápidamente con un pelotazo inmobiliario y así mantener el tren de vida necesario para conservar tanto sus relaciones sociales como el “amor” de su hermosa mujer. Es otro buen ejemplo de la eficacia del cine italiano para retratar los vicios de la sociedad sin poner paños calientes, pero también sin dejar de ser compasivos con los personajes, nacidos de la mente de otro grande: Cesare Zavattini. Pese a todo, esta conjunción de grandes nombres –está producida, además, por Dino de Laurentiis– no termina de cuajar del todo debido a una realización sorprendentemente deslavazada, con muchos planos titubeantes y algunos zooms excesivamente bruscos. De todos modos, deja un gusto amargo inolvidable.
Criterio de valoración:
● (No debería haberla visto)
★ (Espero no volver a verla)
★★ (Podría volver a verla)
★★★ (Quizá la vuelva a ver)
★★★★ (Seguro que volveré a verla)
★★★★★ (La veré varias veces)