Crítica en 200 palabras (o casi): Las cuatro brujas (1966)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD.
Valoración: ★★ (Podría volver a verla).
Ahí va la crítica:
Las cuatro brujas (Luciano Salce, Mario Monicelli, Mauro Bolognini y Antonio Pietrangeli, 1966): Es curioso que, pudiendo elegir Las hadas como título español, los traductores escogieran Las brujas traicionando el sentido del original Le fate, mientras que los ingleses optaron por un halagador The Queens. Quizás les traicionó el subconsciente, porque cada una de las mujeres que protagonizan los cuatro episodios de los que se compone esta película no merecen tal calificativo solo por ser más activas de lo que los hombres italianos de la época aparentemente deseaban. Por buscar un término medio, yo lo hubiera dejado en Las liantas, ya que aprovechando sus encantos físicos consiguen liar a los hombres que se encuentran a su paso, sin que por ello se haya de ver ninguna maléfica intención más allá de la sexual, siempre perdonable. De hecho, es el misterio sobre su intencionalidad lo que resulta más atractivo de unos relatos que, por otro lado, no son demasiado interesantes por su excesivo esquematismo. Monica Vitti, Claudia Cardinale, Rachel Welch y Capucine quizás representen los miedos de unos guionistas algo misóginos que no supieron expresarlos con mejores armas. Como siempre, Alberto Sordi encarna a la perfección el desconcierto del hombre medio italiano en el mejor de los episodios, el dirigido por Antonio Pietrangeli.
Criterio de valoración:
● (No debería haberla visto)
★ (Espero no volver a verla)
★★ (Podría volver a verla)
★★★ (Quizá la vuelva a ver)
★★★★ (Seguro que volveré a verla)
★★★★★ (La veré varias veces).