Crítica en 200 palabras (o casi): Whistle Stop (1946)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD.
Valoración: ★★ (Podría volver a verla).
Ahí va la crítica:
Whistle Stop (Léonide Moguy, 1946): Si decíamos hace unos días que el “maldito parné” –o la falta de él, más bien– hacía desgraciado al pretendiente de María de la O, a George Raft le sucede otro tanto en este noir de segunda fila. Porque sin ingresos es difícil conseguir a toda una esplendorosa Ava Gardner que solo mirando puede seducir a quien quiera. Y claro, aunque ella diga que no le importa el dinero, en aquella época la masculinidad se resentía si no se era capaz de pagar un abrigo de visón. De ahí a cometer un crimen solo hay un paso y, como es habitual, aunque esté bien planeado el golpe todo acaba complicándose. La trama es suficiente para mantener la atención, pero sus personajes actúan de forma demasiado ilógica en ocasiones, no entendemos los cambios de actitud de algunos de ellos, y los diálogos son bastante artificiales, muy prolijos y melodramáticos cuando sería más efectiva la síntesis y contención de las mejores muestras del género. Película para olvidar, por tanto, y que solo merece la pena para admirar la fotogenia de una Ava anterior a su estrellato, o para disfrutar de Victor McLaglen si lo tuyo son los hombres rudos pero carismáticos.
Criterio de valoración: ★ (Espero no volver a verla) ★★ (Podría volver a verla) ★★★ (Quizá la vuelva a ver) ★★★★ (Seguro que volveré a verla) ★★★★★ (La veré varias veces).