Crítica en 200 palabras (o casi): Colors (1988)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD.
Valoración: ★ (Espero no volver a verla).
Ahí va la crítica:
Colors: Colores de guerra (Dennis Hopper, 1988): Un joven e impulsivo policía con ganas de resolver a golpes la baja criminalidad en los guetos de Los Ángeles comparte coche-patrulla con un veterano más templado a punto de jubilarse. Este choque de caracteres y de metodologías entre compañeros se ha visto en muchas películas y esta no aporta nada nuevo. Es más, ni nuevo ni bueno. La previsibilidad de un guion que no es capaz de desarrollar sus personajes más allá de los tópicos del género va acompañada de una realización sorprendentemente torpe en lo técnico para tratarse de una producción de primer nivel. Y no es solo que Dennis Hopper no sepa dar verdadera verosimilitud a los conflictos planteados –el comportamiento de las bandas callejeras es incomprensible– y las escenas de acción carezcan de ritmo –parecen sacadas de El equipo A, pero todavía peores gracias a una insufrible música pop de acompañamiento–, sino que además consigue que un grande de la interpretación como Robert Duvall parezca incómodo en su personaje y no conecte con el jovencito Sean Penn. Solo puede tener interés para los nostálgicos de los ochenta que conozcan Los Ángeles gracias a algunas imágenes que testimonian lo cutre que era esa ciudad.
Criterio de valoración: ★ (Espero no volver a verla) ★★ (Podría volver a verla) ★★★ (Quizá la vuelva a ver) ★★★★ (Seguro que volveré a verla) ★★★★★ (La veré varias veces).
Cinema Nostrum 