Crítica en 200 palabras (o casi): Historias crueles de juventud
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD.
Valoración: ★★ (Podría volver a verla).
Ahí va la crítica:
Historias crueles de juventud (Seishun zankoku monogatari) (Nagisa Oshima, 1960): Una jovencita inocente está a punto de ser violada. El joven que la salva del agresor acabará, sin embargo, por forzarla a su vez aunque ella ceda con más facilidad a sus encantos. Estamos, por tanto, en un terreno movedizo, donde los deseos de sus protagonistas se tiñen de claroscuros y a su satisfacción se le asocian consecuencias nefastas: delincuencia, alcoholismo, prostitución, aborto, muerte… Un coctel que sin duda debió causar escándalo en su tiempo, aunque se intente mitigar con un discurso moralista que, la verdad, es bastante poco convicente. Es un melodrama, en definitiva, que quiere poner en evidencia las contradicciones de la sociedad japonesa del momento, con una juventud que quiere vivir más libre que sus padres sin conseguir ser menos infelices que aquellos. La influencia de la nueva ola francesa es más que evidente en sus personajes desnortados y en los ambientes que se atreve a mostrar, así como por su uso de la cámara al hombro en la calle. Lamentablemente, el formato scope es desaprovechado por la torpeza técnica de sus movimientos de cámara y por su insistencia en usar primeros planos demasiado cercanos y bastante mal encuadrados, no sabemos si voluntariamente.
Criterio de valoración: ★ (Espero no volver a verla) ★★ (Podría volver a verla) ★★★ (Quizá la vuelva a ver) ★★★★ (Seguro que volveré a verla) ★★★★★ (La veré varias veces).