Crítica en 200 palabras (o casi): Cautivos (2014)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD.
Valoración: ★★★ (Quizá la vuelva a ver).
Ahí va la crítica:
Cautivos (The Captive) (Atom Egoyan, 2014): Es agradable reencontrarse con un cineasta admirado al que hacía tiempo que uno le tenía perdida la pista sin saber por qué –sus estrenos ya no reciben la misma atención en los circuitos más cinéfilos–, y sobre todo cuando se comprueba que ha seguido conservando cierta capacidad de fascinar aunque se haya acomodado a una industria que le exige ser algo más convencional. Tanto en su argumento –una niña es secuestrada por un grupo de pederastas tecnológicamente muy bien preparados– como en su hipnótica y fría forma de narrar, encontramos bastantes de las constantes que le hicieron célebre en los años noventa. Desde luego, está lejos de crear una atmósfera tan sugerente como la de Exótica (1994), su mejor obra, pero sí que consigue seducirnos gracias a esa contenida e inefable puesta en escena que siempre le ha caracterizado, al menos en las escenas relativas a la sociedad secreta –incluido el uso de imágenes de vídeo, otro rasgo recurrente de su obra–, donde uno asiste expectante al desarrollo sin estridencias de una morbosa relación entre la víctima y su verdugo. Y todo ello servido mediante un montaje que alterna distintos planos temporales de la forma más natural.
Criterio de valoración: ★ (Espero no volver a verla) ★★ (Podría volver a verla) ★★★ (Quizá la vuelva a ver) ★★★★ (Seguro que volveré a verla) ★★★★★ (La veré varias veces).