Crítica en 200 palabras (o casi): ¡Esto es un atraco! (1987)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD (origen TV).
Valoración: ★ (Espero no volver a verla).
Ahí va la crítica:
Esto es un atraco (Mariano Ozores, 1987): Fedra Lorente pregunta a Antonio Ozores, que está trabajando con un soplete en una escultura metálica: “¿Es usted como Chillida?”. Y él responde: “A mí me llaman Berrido”. Ese es el nivel máximo de ingenio que podemos encontrar en un guion repleto de infames chascarrillos –algunos seguramente improvisados durante el doblaje por los propios actores–, pero que a veces, muy pocas, consiguen hacernos reír culpablemente, como cuando nos cuentan en un ambiente achispado un chiste malísimo con la entonación apropiada. Ese es el único objetivo, por supuesto, de este subproducto pensado para el mercado videográfico –el protagonista regenta un videoclub, precisamente–, en el que su tosca puesta en escena consiste simplemente en plantar la cámara frente a unos cómicos en plena libertad para decir sus zafios diálogos. Es la prueba de que incluso un director tan poco valorado por la crítica puede también tener su época de decadencia. La trama consiste en que cinco desgraciados son reclutados para cometer un atraco planeado tan chapuceramente como la propia película. No pueden faltar algunos desnudos femeninos y un poco de moralismo a cuenta del embarazo indeseado de la única chica del grupo. Afortunadamente, ya no es posible semejante cine español.
Criterio de valoración: ★ (Espero no volver a verla) ★★ (Podría volver a verla) ★★★ (Quizá la vuelva a ver) ★★★★ (Seguro que volveré a verla) ★★★★★ (La veré varias veces).