Crítica en 200 palabras (o casi): Colorín colorado (1976)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD (origen VHS).
Valoración: ★★★★ (Seguro que volveré a verla).
Ahí va la crítica:
Colorín colorado (José Luis García Sánchez, 1976): Ser siempre coherente con la ideología que profesamos es imposible, a no ser que seamos unos puritanos redomados. Pero algo muy diferente es renunciar a los principios por un plato de lentejas, que es lo que suele suceder con muchos progres como los que aparecen en esta película. Rodada en un momento álgido para las izquierdas y de depresión para las derechas, pues acababa de morir el dictador Franco y se abrían nuevas perspectivas políticas que se esperaba fueran acordes con los imparables cambios sociales, esta comedia satírica sabe plasmar esas contradicciones propias, al fin y al cabo, del ser humano. El padre facha (José Sazatornil, inmejorable elección) no traga que su hija vaya a tener un hijo sin casarse, y encima con un rojo (Juan Diego, también muy apropiado). Así que empleará todas sus artes de empresario inmobiliario para conseguir que pasen por la vicaría, lo que se traduce en ponerles un chalet e incluso una chacha para que les cuide el bebé. La hipocresía de unos y otros queda en evidencia con mucha gracia, con situaciones divertidas que al mismo tiempo son perfectamente realistas, sin excederse, además, en juzgar las debilidades de unos y otros.
Criterio de valoración: ★ (Espero no volver a verla) ★★ (Podría volver a verla) ★★★ (Quizá la vuelva a ver) ★★★★ (Seguro que volveré a verla) ★★★★★ (La veré varias veces).