Crítica en cien palabras (o casi): El bar (2017)
Lugar de proyección: Sala 1 del Cinesa Manoteras.
Formato de proyección: DCP.
Valoración: ★★ (Podría volver a verla).
Ahí va la crítica:
El bar (Álex de la Iglesia, 2017): Como si la obra de Álex de la Iglesia no tuviera ya una homogeneidad de tono y temática muy marcada, esta vez vuelve a encerrar a sus personajes en un bar para que vivan una situación aún más desquiciante que la de su mítico debut, el corto Mirindas asesinas (1991). También la homogeneidad de su irregularidad narrativa se mantiene, como si los altibajos ya fueran su marca de fábrica, pero esta vez su conclusión cierra de forma más redonda una película que nos mantiene intrigados y, solo a ratos, divertidos gracias a sus esforzados y maltratados intérpretes.
Criterio de valoración: ★ (Espero no volver a verla) ★★ (Podría volver a verla) ★★★ (Quizá la vuelva a ver) ★★★★ (Seguro que volveré a verla) ★★★★★ (La veré varias veces).
Cinema Nostrum 
La vi anoche y me entretuvo bastante. El guión, considero, encuentra soluciones satisfactorias para hacer avanzar una historia que amaga con meterse en callejones sin salida cada tanto, y coloca momentos de humor con la habilidad que siempre ha caracterizado al director. Incluso me emocionó hacia el final (buenísimo Secún de la Rosa) cuando momentáneamente deja entrever las miserias de las vidas ordinarias de los personajes, verdadero transfondo de la historia, más cualquier conclusión de tipo sociológica sobre nuestras reacciones grupales ante las amenazas. Quizá el elemento bíblico/apocalíptico se haga un poco pesado, pero si vas a ver una de Alex, pues vas a lo que vas. Lamento no haberla visto en su día en el cine.
Seis años después de verla, apenas recuerdo nada de ella.