Crítica en cien palabras (o casi): Rango (1931)
Lugar de proyección: Sala 9 del Cine Príncipe (Festival de San Sebastián).
Formato de proyección: Betacam Digital.
Valoración: ★ (Espero no volver a verla).
Ahí va la crítica:
Rango (Ernest B. Schoedsack, 1931): Un niño juega a ser un cazador de tigres en un lujoso salón. Cuando lo ve, su padre decide contarle una historia ambientada en Sumatra –único lugar donde ese animal convive con los orangutanes– sobre un padre y un hijo que los cazan por encargo. Por tanto, es una exótica ficción de venturas, pero con la sana intención de ilustrarnos sobre la vida animal. Sus insistentes escenas de simios jugando, comiendo o huyendo de los tigres debieron de entusiasmar a los niños y adultos de entonces, pero un espectador de hoy solo puede verlo como una curiosidad cinematográfica bastante pesada.
Criterio de valoración: ★ (Espero no volver a verla) ★★ (Podría volver a verla) ★★★ (Quizá la vuelva a ver) ★★★★ (Seguro que volveré a verla) ★★★★★ (La veré varias veces).