Crítica en 200 palabras (o casi): El último pistolero (1976)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD.
Valoración: ★★ (Podría volver a verla).
Ahí va la crítica:
El último pistolero (The Shootist) (Don Siegel, 1976): Pocas veces podemos identificar todo un género cinematográfico con el rostro de un único actor. Por eso es lógico que John Wayne se despidiera del cine con una del oeste, y que lo hiciera encarnando a un legendario pistolero que, como en su vida real, padece un cáncer irremediable que no le impide afrontar su último desafío. El autohomenaje se explicita desde el inicio, con imágenes de otros westerns protagonizados por él, y su esperado final impregna toda la cinta de ese aire de triste despedida que tan bien expresan las miradas de Lauren Bacall o James Stewart, las otras dos leyendas del cine que aquí lo acompañan. Argumentalmente, por tanto, sería una película crepuscular. Así lo confirma el hecho de que esté ambientada en 1901, cuando comenzaban a verse los primeros automóviles, pero está muy lejos de la poética que esperamos de este tipo de relato y que tan bien plasmaron Peckinpah o Eastwood. Lamentablemente, la puesta en escena es muy plana, casi televisiva, con una luz sin matices que desaprovecha sus excesivamente impolutos decorados, y además una inquieta cámara al hombro arruina muchas de sus escenas. Parecería que Siegel quisiera también enterrar estéticamente toda una época del cine.
Criterio de valoración: ★ (Espero no volver a verla) ★★ (Podría volver a verla) ★★★ (Quizá la vuelva a ver) ★★★★ (Seguro que volveré a verla) ★★★★★ (La veré varias veces).
Cinema Nostrum 