Crítica en cien palabras (o casi): Osen, el de las cigüeñas (1935)
Lugar de proyección: Teatro Verdi de Pordenone, Italia (Giornate del Cinema Muto).
Formato de proyección: 35mm.
Valoración: ★★ (Podría volver a verla).
Ahí va la crítica:
Osen, el de las cigüeñas (Orizuru Osen) (Kenji Mizoguchi, 1935): En una estación de tren bajo la lluvia, un médico recuerda sus inicios, cuando pudo estudiar gracias al trabajo de una prostituta que enloqueció después. Es un melodrama, por tanto, de alta graduación servido por un Mizoguchi todavía algo dubitativo. Quizá nos produzca esa sensación la confusión que provoca el hecho de ser una película muda sonorizada con música, efectos y un explicador que, lejos de la frescura improvisadora que pudiera tener cuando realizaba su trabajo en vivo durante las proyecciones, nos estorba en el disfrute de unas imágenes que, por otro lado, son muy sugestivas en algunos momentos.
Criterio de valoración: ★ (Espero no volver a verla) ★★ (Podría volver a verla) ★★★ (Quizá la vuelva a ver) ★★★★ (Seguro que volveré a verla) ★★★★★ (La veré varias veces).