Crítica en cien palabras (o casi): La antigua ley (1923)
Lugar de proyección: Teatro Verdi de Pordenone, Italia (Giornate del Cinema Muto).
Formato de proyección: DCP.
Valoración: ★★★★ (Seguro que volveré a verla).
Ahí va la crítica:
La antigua ley (Das Alte Gesetz) (Ewald A. Dupont, 1923): El hijo de un rabino tiene el dilema de acatar la ley de Dios, en la versión rígida de su padre, o escapar a la ciudad de Viena para dedicarse a su verdadera vocación: ser actor. El contraste entre la ciudad como campo para la libertad individual y el opresivo mundo familiar de un pueblo de la estepa rusa es presentado con veracidad y gran belleza por un Dupont en plenas facultades. El arte como remedio del fanatismo –Shakespeare abre la mente del rabino– encuentra aquí una de sus más perfectas expresiones cinematográficas, redescubierta gracias a una nueva restauración.
Criterio de valoración: ★ (Espero no volver a verla) ★★ (Podría volver a verla) ★★★ (Quizá la vuelva a ver) ★★★★ (Seguro que volveré a verla) ★★★★★ (La veré varias veces).