Crítica en cien palabras (o casi): Algol: Tragedia del poder (1920)
Lugar de proyección: Sala 3 del Palacio de la Prensa (Festival de Cine Alemán).
Formato de proyección: Blu-ray.
Valoración: ★★★ (Quizá la vuelva a ver).
Ahí va la crítica:
Algol: Tragödie der Macht (Hans Werckmeister, 1920): Un hombre adquiere una fuente de energía inagotable que le permite convertirse en el hombre más poderoso mundo. Todos los países le rinden tributo para acceder a esa energía, menos uno que se resiste. Estamos, por tanto, ante un film de ciencia ficción cuya premisa, casi cien años después, sigue siendo válida. Es una apelación siempre pertinente a la solidaridad internacional y una condena de los monopolios y la avaricia de los dirigentes. Su estética expresionista –marca de fábrica del cine alemán del momento– se adapta bien a esta fábula moral cuyo mayor inconveniente puede ser su ingenuidad.
Criterio de valoración: ★ (Espero no volver a verla) ★★ (Podría volver a verla) ★★★ (Quizá la vuelva a ver) ★★★★ (Seguro que volveré a verla) ★★★★★ (La veré varias veces).