Louis Delluc: las películas de un pionero de la crítica de cine
El premio Louis Delluc a la mejor película francesa del año es entregado desde 1937 por una comisión de críticos de cine. Su denominación no ha impedido, sin embargo, que la mayoría de los espectadores desconozcamos quién era Louis Delluc (1890-1924) y que tampoco sepamos que es considerado el principal pionero de la crítica cinematográfica y el creador de los cineclubes, nada menos. Sus obras no han llegado, ni creo que lleguen nunca, a traducirse, aunque seguramente estén ya muy superadas desde el punto de vista académico. Sin embargo, gracias a la Filmoteca Española, este mes hemos podido visionar una parte de su corta carrera como director, truncada por su prematura muerte a los 33 años de edad. Qué mejor homenaje se le puede hacer a continuación que criticar al que fuera el maestro de la crítica francesa:
Le Chemin d’Ernoa (1921): Un indiano rico se encapricha de una atractiva mujer –interpretada por Éve Francis, esposa de Delluc y protagonista de todos sus títulos– casada con un ladrón de bancos perseguido por la policía. El indiano lo ayuda a escapar con la ayuda de un bandido local. Mientras, una joven que vive en la miseria está enamorada de ese mismo indiano. El disparatado melodrama desemboca en una conclusión moralizante que más bien desmoraliza a un espectador de hoy. Muy torpemente realizada para ser ya 1921, solo merece recordarse por el inusual ambiente rural en el que se desarrolla: el país vasco francés. ★ (Espero no volver a verla).
Fievre (1921): Desarrollada completamente –excepto por algunas panorámicas del puerto– en una cantina, esta película no disimula en ningún momento su origen teatral. De forma muy poco dinámica, asistimos a las angustias padecidas por la mujer del dueño cuando ve entrar a su antiguo amor, un marinero que se ha traído entre sus suvenires a una joven china –o eso dicen los intertítulos, al menos, porque no lo parece de ningún modo–. La tensión acabará por estallar violentamente –otro hombre también la desea– hasta conducirnos a una conclusión que pretende ser poética y solo se queda en absurda. ★ (Espero no volver a verla).
La femme de nulle parte (1922): Delluc da un pequeño salto de calidad cuando centra sus esfuerzos en crear una atmósfera en vez de perderse desarrollando una narración compleja. De nuevo estamos ante un melodrama de pasiones incontroladas y sentimientos de culpa, pero aquí la misteriosa aparición de una mujer que simboliza la tentación, le da un toque gótico digno de reseñar. Incita a su anfitriona a repetir su crimen: abandonar al marido –que a su vez es tentado en el puerto de Génova– para entregarse a la pasión. Lamentablemente, su narración se espesa demasiado y nos conduce, como era previsible, hacia otro final ejemplarizante. ★★ (Podría volver a verla).
L’inondation (1924): Sin duda, es la más conseguida de las películas de Delluc. Sus imágenes documentales en torno a la vida rural son más cinematográficas que todos los artificios melodramáticos de sus anteriores películas, e incluso que los de esta misma. El rico del pueblo es tentado por una coqueta joven que también tontea con su primo. Pero a él le interesa más otra que llega al pueblo para vivir con su anciano padre. Un crimen pondrá la nota de suspense, pero un brusco e inevitable final moralizante encauzará las pasiones simbolizadas por la inundación que da título a la película. ★★★ (Quizá la vuelva a ver).
Criterio de valoración: ★ (Espero no volver a verla) ★★ (Podría volver a verla) ★★★ (Quizá la vuelva a ver) ★★★★ (Seguro que volveré a verla) ★★★★★ (La veré varias veces).