Crítica en cien palabras (o casi): Begotten (1990)
Lugar de proyección: Cine Prado (Festival de Cine Fantástico de Sitges).
Formato de proyección: 16 mm.
Valoración: ★ (Espero no volver a verla).
Ahí va la crítica:
Begotten (E. Elias Merhige, 1990): No es habitual tener la posibilidad de ver una película en 16mm y blanco y negro en su formato original, situación que en el caso de Begotten es indispensable para apreciar el trabajo visual, conscientemente sucio y enfermizo, de su director. Claramente inspirado en el Vampyr de Dreyer, consigue crear un ambiente de pesadilla, pero nada más. Podemos apreciar su extraña belleza, pero sus 78 minutos de imágenes sin diálogos, de incómodos sonidos, acaban por ser excesivos. Está bien haberla visto, pero en ningún caso apetece volver a verla completa.
Criterio de valoración: ★ (Espero no volver a verla) ★★ (Podría volver a verla) ★★★ (Quizá la vuelva a ver) ★★★★ (Seguro que volveré a verla) ★★★★★ (La veré varias veces).