Crítica en cien palabras (o casi): Ocho apellidos catalanes (2015)
Lugar de proyección: Sala 10 del Cinesa Manoteras.
Formato de proyección: DCP.
Valoración: ★★ (Podría volver a verla).
Ahí va la crítica:
Ocho apellidos catalanes (Emilio Martínez Lázaro, 2015): Como era de esperar debido a su enorme éxito, no se ha hecho esperar mucho esta continuación de Ocho apellidos vascos (2014) para llegar, además, en el momento político oportuno. Pero si dejamos a un lado consideraciones extracinematográficas, no es más que otra comedia de bodas que repite fórmulas ya gastadas, pero efectivas gracias a sus actores. Muchas de sus situaciones está mal rematadas, no existe un ritmo digno de ese nombre, pero uno acaba seducido por un plantel de cómicos que eleva por encima de sus posibilidades unos diálogos poco brillantes, pero con suficientes frases ingeniosas en su interior.
Criterio de valoración: ★ (Espero no volver a verla) ★★ (Podría volver a verla) ★★★ (Quizá la vuelva a ver) ★★★★ (Seguro que volveré a verla) ★★★★★ (La veré varias veces).
No vi en su momento «Ocho apellidos vascos» y no creo que subsane esta omisión en el futuro, porque ni me interesa su director ni las pocas personas con cuyos juicios suelo coincidir me hablaron bien de ella (a pesar de los parabienes masivos y las recaudaciones mastodónticas que obtuvo); y ésos son los dos criterios que me guían a la hora de decidir si veo o no una película. Por lo mismo no me parece tampoco verosímil que yo llegue a ver algún día «Ocho apellidos catalanes».
Ahora bien, y dejando al margen sus opinables méritos estrictamente cinematográficos, si ya la idea del primer filme, al menos sobre el papel, apestaba a oportunismo, tal hedor se eleva a la enésima potencia en su «secuela» (¿»secuela» en el sentido más clínico del término?).
Dado que, previsiblemente, esta nueva entrega alcanzará asimismo un éxito demencial, y dado que, igual de previsiblemente, sus artífices se dispondrán a estrujarse los sesos (de grado o por fuerza, como se decía en el siglo XIX) en busca de ideas para dar a luz aún otra continuación más, yo desde aquí les sugiero gratis una trama argumental de comercialidad asegurada. Se titularía «Ocho apellidos árabes» y la protagonizaría una cándida hija de yihadista románticamente enamorada del pazguato hijo de un Miembro Benemérito del Opus Dei.
El único problema es que este proyecto quizá no amortizaría su exhibición en salas porque nadie se animaría a ir a verla ante el temor a que explotara alguna que otra bomba durante la proyección. Pero el multitudinario éxito de su difusión en DVD y Blu-Ray compensaría con creces esta leve contrariedad.
Gracias por el comentario. Ciertamente tu propuesta es atrevida, porque hoy seguramente ni siquiera se atreverían a producir una comedia tan blanca como El próximo Oriente (Fernando Colomo, 2006).
Se me ocurre que una ventaja adicional de «Ocho apellidos árabes» es que fácilmente podría triplicar los beneficios económicos de las dos anteriores entregas juntas, pues ésta sí sería exportable, ya que la podrían entender sin el menor problema casi todos los espectadores extranjeros, y no sólo en la actualidad, sino probablemente también dentro de trescientos años.. si es que el planeta Tierra sigue existiendo dentro de trescientos años, que a este paso lo dudo mucho.