Crítica en 200 palabras (o casi): La nave sangrienta (1927)

Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: VOD (Giornate del Cinema Muto di Pordenone).
Valoración: ★★★ (Quizá la vuelva a ver).
Ahí va la crítica:
La nave sangrienta (The Blood Ship) (George B. Seitz, 1927): Columbia Pictures quería ponerse a la altura de sus grandes competidoras y con esta superproducción lo consiguió. Un barco alquilado a Cecil B. De Mille es el escenario principal de un drama protagonizado por un tiránico capitán, un antiguo amigo al que traicionó en el pasado, la hija de éste que aquél le arrebató y un joven enamorado de ésta última. Su folletinesca trama no se diferencia en gran cosa de tantas otras de la época si olvidamos el contexto marino, pero la verosimilitud que transmiten todos los intérpretes que conforman la tripulación, la espléndida fotografía, con algunos encuadres ingeniosos, y el gran pulso narrativo que consigue su veterano director elevan ese convencional material a un gran nivel. Incluso aparece un secundario negro que escapa a los estereotipos que solían sufrir los de su raza y su intérprete, Blue Washington, recibió grandes elogios. Sus puntos débiles se encuentran en su guion, pues sus personajes no siempre tienen actitudes lógicas. No se comprende que el capitán consiga navegar siempre con toda una tripulación obligada por la fuerza sin que se amotinen a pesar de sus exagerados abusos. En cualquier caso, un ejemplo más de la perfección técnica alcanzada en aquellos años.
Criterio de valoración:
● (No debería haberla visto)
★ (Espero no volver a verla)
★★ (Podría volver a verla)
★★★ (Quizá la vuelva a ver)
★★★★ (Seguro que volveré a verla)
★★★★★ (La veré varias veces)


