Crítica en 200 palabras (o casi): Esposas de alquiler (1930)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: DVD.
Valoración: ● (No debería haberla visto).
Ahí va la crítica:
Esposas de alquiler (Borrowed Wives) (Frank R. Strayer, 1930): Es muy arriesgado lanzarse a ver películas completamente ignotas como esta, dirigida por un desconocido a pesar de contar con más de ochenta títulos en su filmografía, con actores igualmente desconocidos y producida por un pequeño pero prolífico estudio de películas de serie B. Siendo además de 1930, cuando el sonido todavía era muy deficiente y encorsetaba demasiado la puesta en escena, el riesgo era mayor todavía. Y efectivamente, mejor hubiera sido seguir en la ignorancia. Se trata de una típica comedia de equívocos matrimoniales con el desencadenante de una herencia que solo podrá ser entregada al protagonista si se presenta con una esposa. Desde la primera secuencia, con su tonta comicidad y sus nefastas interpretaciones, sabemos que va a ser una hora de tiempo perdido. Ni siquiera el hecho de haber sido producida antes del código Hays ha permitido a sus autores ser más atrevidos, si es que jugar con el matrimonio como moneda de cambio lo era todavía en aquellos años. Pretende ser un divertido vodevil con un poco de suspense, pero no logra ni una cosa ni otra. El asombro ante una película tan mala pronto cede el paso a un sentimiento mucho peor: el aburrimiento.
Criterio de valoración:
● (No debería haberla visto)
★ (Espero no volver a verla)
★★ (Podría volver a verla)
★★★ (Quizá la vuelva a ver)
★★★★ (Seguro que volveré a verla)
★★★★★ (La veré varias veces)
Cinema Nostrum 