Crítica en 200 palabras (o casi): Cabaret (1972)
Lugar de proyección: mi hogar, dulce hogar.
Formato de proyección: Blu-ray.
Valoración: ★★★★ (Seguro que volveré a verla).
Ahí va la crítica:
Cabaret (Bob Fosse, 1972): En el Berlín de 1931, es decir, inmediatamente antes del ascenso del nazismo, se desarrolla esta historia de dos personajes desnortados, una cabaretera que aspira a ser actriz por los contactos que gracias a sus encantos cree que hará en su trabajo, y un pobretón profesor de inglés con dudas sobre su sexualidad, ambos norteamericanos. En el microcosmos del cabaret, los números musicales sirven de pausa y acotación burlona a los tristes acontecimientos de la vida real. Número musicales que son lo más recordado de una película que en realidad es bastante triste, creando un contraste muy eficaz para exacerbar las emociones y que su director volvería a conseguir en Empieza el espectáculo (1979). En ambas películas su estilo narrativo es a veces bastante brusco, con esos cortes repentinos de montaje que descolocan al espectador, pero se ajusta a la desquiciada atmósfera retratada. La subtrama del arribista alumno alemán que se enamora de una rica heredera judía estorba un poco, pero no desbarata el conjunto. Sin embargo, el reparto no es redondo porque Liza Minnelli luce toda su fuerza interpretativa con sus enormes ojos y su gran voz, pero hace palidecer a un Michael York algo apagado.
Criterio de valoración:
● (No debería haberla visto)
★ (Espero no volver a verla)
★★ (Podría volver a verla)
★★★ (Quizá la vuelva a ver)
★★★★ (Seguro que volveré a verla)
★★★★★ (La veré varias veces)
Cinema Nostrum 